Cartas que nunca me publicarán en El País (1)


Bangladesh y las buenas intenciones 

Estos días hemos podido leer en prensa la disposición de algunas empresas españolas como Mango, El Corte Inglés o Inditex a firmar un acuerdo por la seguridad en los talleres textiles. Otros muchos ha habido antes para evitar tragedias como la que deja 1.127 muertos en Bangladesh, indudablemente evitable por quienes ahora dicen preocuparse.
Es el mensaje de siempre, el que llega después de imágenes dolorosas y lloros desconsolados. Pero no seamos ingenuos; esa mentalidad maximizadora que se ha enriquecido de una situación tan violenta como la de decidir entre la miseria y una miseria menor es la que ahora vocifera sus buenas intenciones. Las buenas intenciones se aprenden desde muy joven, no son un traje que ponerse cuando se trata de aparentar valores.

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